Uno de mis favoritos
de la adolescencia, lo volví a leer para terminar identificandome una vez más con tremendos personajes, y las
situaciones y dualismo excesivo entre lo "bueno" y lo
"malo". Herman Hesse pone como tema central de Demian la parte iluminada y pura de la vida; idealismo y perfección, y la corrompida y oscura o mundo real. Este libro ganó varios premios debido a que Hesse usó un pseudónimo y la premiaron como la mejor 1a novela de un escritor, en este caso ficticio, premio que Hesse tuvo que regresar y aclarar la situación.
Emil Sinclair, que
es el protagonista y narra en 1a persona su búsqueda de la personalidad, del
crecimiento personal y de su "yo", todo de la mano de varios guías,
como Max Demian o Pistorius o incluso Eva. Es una novela de formación en el más
estricto sentido de la palabra.
Y todo comienza
cuando Sinclair sale del mundo "luminoso" por una niñería y es
chantajeado y humillado por un compañero escolar, Kromer, y luego ayudado por
Demian, de una forma misteriosa, que hace que Kromer nunca vuelva siquiera a
querer verlos. Así se hace adepto al tipo de pensamiento de Demian y a la
misteriosa marca de Caín, interpretada curiosamente por Demian. Sinclair cae en
los típicos comportamientos pueriles de la juventud y 'se rescata a sí mismo'
gracias a la ayuda de una figura femenina a quien él llama
"Beatrice", gracias a esto, en sus viajes peatonales llega a conocer
a Pistorius y continuar su relato y desarrollo personal.
Hay tanto simbolismo
en el relato, que es imposible no verlo, mucha psicología sobre el inconsciente
individual y colectivo (Jung), gnosticismo (abraxas), religión con montón de citas
y menciones bíblicas.
En resumen, un
relato de calidad excepcional, con muchos temas de fondo para disfrutar y
apreciar.