Esperar, meditar y pensar.
Siddhartha es hijo de un bramán que busca el máximo saber, que en este caso es la iluminación. Govinda, su compañero y amigo desde la temprana infancia lo acompaña en parte de esta búsqueda. La búsqueda abarca todo lo terrenal, desde bloquear todas las emociones y sentimientos como samana de la selva; pero los abandonan para conocer al iluminado, al buda Gotama, con el cual Siddhartha intercambia algunas palabras y constata que no se necesita una doctrina a seguir sino vivirlo en carne propia y continúa su peregrinar, sin Govinda que se hace discípulo del mismísimo iluminado.
Siddhartha prueba los placeres de la carne y el juego, vive como rico y saborea todo lo que el dinero puede comprar, hasta que requiere avanzar y un nuevo cambio, siempre hasta que llega al tope de sus límites en esas "enseñanzas".
Hasta eso, me identifico con este libro en más de una cosa, sobre todo en pensamiento y curiosamente he cubierto de una forma "equivalente" algunos de los ciclos de este libro. El enfoque de abandonar todo más de una vez y buscar su único objetivo, es en extremo romántico y muy bien llevado por Hesse. Es demasiado corto, pero tan concreto y fluido que no lo hace un problema, sino que le saca provecho al máximo y uno a veces prefiriera que durara más la historia, pero al analizarla no hay necesidad de agregar nada.
¿Que si lo recomiendo? Yo volvería a leerlo, probablemente lo haga en unos cuantos años que no tenga tan fresca la historia y que tan cerca está en Nirvana.
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